jueves, 5 de septiembre de 2019

Chochín común.

El chochín común  (Troglodytes troglodytes), es un pajarillo de pequeño tamaño, aspecto compacto, cabeza voluminosa y cola corta, que se caracteriza por poseer un plumaje pardo-rojizo —algo más claro en las partes inferiores— finamente vermiculado de tonos más oscuros. Sobre el ojo presenta una marcada ceja de color crema. El pico es fino y algo curvado, con distinta longitud según la subespecie. Las diferencias entre edades y sexos son muy sutiles y resultan difíciles de reconocer en el campo. De carácter inquieto, el chochín —una de las especies más pequeñas de nuestra avifauna— cuando se excita suele sacudir y levantar su cola formando un ángulo de 90 grados, antes de desaparecer entre la densa vegetación.


El chochín es un habitante característico de espesuras, malezas y enramadas densas, por lo que selecciona ambientes húmedos de vegetación abundante, especialmente sotobosques ribereños, zonas palustres y bosques atlánticos caducifolios. En la mitad sur, aparece en alcornocales, pinares y encinares densos con abundante sotobosque, o en formaciones arboladas más abiertas con prados húmedos y abundancia de arbustos espinosos.



Se trata de una especie estrictamente insectívora. Captura entre la vegetación arbustiva o herbácea, y en menor medida en el suelo, escarabajos, arañas, moscas, mosquitos, pulgones, etc. A menudo desciende por los matorrales ribereños hasta la superficie del agua para capturar mosquitos y efímeras.



El periodo de reproducción transcurre desde abril hasta julio. El nido lo constituye una cuidada construcción de hierbas y musgo en forma de esfera, en la que solo permanece abierto un pequeño orificio de entrada. Suele situarse cerca del suelo, entre la vegetación espinosa, en el hueco de un árbol o tocón o en cavidades de muros, paredes o taludes. El tamaño de la puesta oscila entre tres y nueve huevos. El número varía en función de si el macho se empareja con una o varias hembras, puesto que se trata de una especie polígama. Suele producirse una segunda puesta, que comienza antes de haber acabado la primera. La incubación la lleva a cabo la hembra en solitario durante 16-20 días. En la alimentación de la prole, sin embargo, participan ambos progenitores, aunque el esfuerzo invertido por cada uno varía a lo largo de la estación reproductora. Generalmente, la crianza de los pollos requiere entre 12 y 20 días.

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