El llamativo color de las plumas es de dos tipos: pigmentario y estructural. Las plumas rojas, naranjas y amarillas reciben su color de pigmentos como son los lipocromos que son depositados en las barbillas de la pluma según se van formando. Los colores negro, pardo, pardo-rojizo y gris son producidos por otro pigmento, la melanina.
Las plumas azules como las de los arrendajos y roqueros no son debidas a pigmentos, sino a fenómenos de difracción de la luz de onda mas corta debido a una serie de partículas dentro de la pluma. Las plumas azules suelen superponerse sobre zonas de melanina que absorbe algunas ondas lumínicas, intensificando el azul, que continúa siendo, de todas formas, una coloración estructural. Tales plumas tienen el mismo aspecto, se las mire por donde se las mire. Los colores verdes son casi siempre una combinación de pigmentos amarillos y una estructura de pluma azul.
Otro tipo de color estructural es el bello color iridiscente de muchas aves que oscila desde el naranja, rojo o cobre hasta el dorado, verde, azul y violeta. El color iridiscente está basado en fenómenos de interferencia que refuerzan, debilitan o anulan las ondas lumínicas. Los colores iridiscentes pueden cambiar con el ángulo de visión; el quetzal, por ejemplo, puede verse verde desde un punto y azul desde otro. dentro del reino animal, sólo los peces de los arrecifes de coral rivalizan con las aves en intensidad y espectacularidad de colorido.
Las plumas azules como las de los arrendajos y roqueros no son debidas a pigmentos, sino a fenómenos de difracción de la luz de onda mas corta debido a una serie de partículas dentro de la pluma. Las plumas azules suelen superponerse sobre zonas de melanina que absorbe algunas ondas lumínicas, intensificando el azul, que continúa siendo, de todas formas, una coloración estructural. Tales plumas tienen el mismo aspecto, se las mire por donde se las mire. Los colores verdes son casi siempre una combinación de pigmentos amarillos y una estructura de pluma azul.
Otro tipo de color estructural es el bello color iridiscente de muchas aves que oscila desde el naranja, rojo o cobre hasta el dorado, verde, azul y violeta. El color iridiscente está basado en fenómenos de interferencia que refuerzan, debilitan o anulan las ondas lumínicas. Los colores iridiscentes pueden cambiar con el ángulo de visión; el quetzal, por ejemplo, puede verse verde desde un punto y azul desde otro. dentro del reino animal, sólo los peces de los arrecifes de coral rivalizan con las aves en intensidad y espectacularidad de colorido.
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