El canto.
Tras minuciosos estudios se ha podido demostrar la relación del canto con la luz solar. El mirlo suele iniciar el suyo unos 43 ó 44 minutos antes de salir los primeros destellos matutinos. La tórtola lo hace unos 27 minutos antes y el reyezuelo entre 21 y 22 minutos. La relación entre la causa y el efecto que rige este comportamiento, está supeditada a la relación ave y sol.
Se sabe que la luz que incide sobre sus
ojos es la que activa y pone en marcha el proceso de su canto. Desde el órgano de la vista, algunos conductos nerviosos, llevan algo distinto a la formación de las imágenes.
Desde el ojo del pájaro, se van excitando células especiales para la segregación de sustancias estimulantes; estas sustancias, pasan a través de la circulación sanguínea y actúan, posteriormente, sobre otras glándulas internas que son las encargadas de producir el canto.
Así se llega a la formación de la hipófisis, de especiales sustancias sanguíneas. Estas hormonas de la hipófisis, ponen a su vez en acción otro órgano interno.
Cuando llega el invierno y los días se acortan se puede conseguir que esta actividad permanezca inalterable mediante la utilización de luz artificial.
Además del canto, que por lo general manifiestan durante las diferentes etapas cíclicas del día, las aves emiten una gran diversidad de sonidos para comunicarse mediante los reclamos, darse las alarmas de peligro o ser un indicio de transmisor de tranquilidad en el lugar u otra serie de emisiones a manera de códigos incomprensibles. Cada especie tiene su particular modo de emisión y su riguroso medio de transcribirlo a sus parientes.
Muchas de las aves solo emiten su canto durante la estación primaveral y en los meses mas benignos del año, otros lo hacen durante todo el día o algunas lo hacen durante las horas crepusculares y nocturnas.
Cómo se produce el canto.
Desde el ojo actúan los estímulos nerviosos sobre el cerebro y allí forma las neurohormonas que influyen a la hipófisis. Desde ella van por los conductos sanguíneos, sustancias estimulantes (conducto a) a la glándula germinativa que es el musculo bronquial superior cantor, a los testículos. Pero las hormonas de la glándula germinatica, pasan por la circulación sanguínea al sistema nervioso a través del conducto (B).
Tras minuciosos estudios se ha podido demostrar la relación del canto con la luz solar. El mirlo suele iniciar el suyo unos 43 ó 44 minutos antes de salir los primeros destellos matutinos. La tórtola lo hace unos 27 minutos antes y el reyezuelo entre 21 y 22 minutos. La relación entre la causa y el efecto que rige este comportamiento, está supeditada a la relación ave y sol.
Se sabe que la luz que incide sobre sus
ojos es la que activa y pone en marcha el proceso de su canto. Desde el órgano de la vista, algunos conductos nerviosos, llevan algo distinto a la formación de las imágenes.
Así se llega a la formación de la hipófisis, de especiales sustancias sanguíneas. Estas hormonas de la hipófisis, ponen a su vez en acción otro órgano interno.
Cuando llega el invierno y los días se acortan se puede conseguir que esta actividad permanezca inalterable mediante la utilización de luz artificial.
Además del canto, que por lo general manifiestan durante las diferentes etapas cíclicas del día, las aves emiten una gran diversidad de sonidos para comunicarse mediante los reclamos, darse las alarmas de peligro o ser un indicio de transmisor de tranquilidad en el lugar u otra serie de emisiones a manera de códigos incomprensibles. Cada especie tiene su particular modo de emisión y su riguroso medio de transcribirlo a sus parientes.
Muchas de las aves solo emiten su canto durante la estación primaveral y en los meses mas benignos del año, otros lo hacen durante todo el día o algunas lo hacen durante las horas crepusculares y nocturnas.
Cómo se produce el canto.
Desde el ojo actúan los estímulos nerviosos sobre el cerebro y allí forma las neurohormonas que influyen a la hipófisis. Desde ella van por los conductos sanguíneos, sustancias estimulantes (conducto a) a la glándula germinativa que es el musculo bronquial superior cantor, a los testículos. Pero las hormonas de la glándula germinatica, pasan por la circulación sanguínea al sistema nervioso a través del conducto (B).
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