domingo, 6 de septiembre de 2020

Puertos de Áliva, un rastro glaciar.

 La suavidad del relieve de los Puertos de Áliva, nacimiento del río Duje, y la amplitud de sus pastizales convierten a esta zona en un lugar singular dentro de los Picos de Europa.

Caminando a la orilla del río Duje.

En estos puertos, el pastoreo ha sido siempre la actividad humana dominante, hasta un largo período donde convivió con la minería del cinc. Durante este tiempo, las riquezas minerales de estas montañas dieron a Áliva y a los pueblos del entorno una fama internacional y cierta prosperidad.


En los puertos de Áliva se acumuló el hielo glaciar que generó la Llomba del Toro, la morrena mas larga de toda la Cordillera Cantábrica, casi 4 km de longitud.


Ésta zona es mítica, a parte de su blenda acaramelada sino las huellas que aquí dejaron los glaciares del Cuaternario. La impresionante morrena lateral de la Llomba del Toro, la mas larga de toda la Cordillera Cantábrica (casi 4 km de longitud), o el arco morrénico de las Las Salgardas, forman la memoria del pasado glaciar de Áliva y del valle alto del Duje, el único sector de los Picos de Europa en el que, hasta el momento, se han encontrado pruebas de la mezcla del Cuaternario con etapas glaciares e interglaciares.



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