Los briófitos o también llamados musgos desarrollan un papel muy importante dentro de los bosques, ya que el revestimiento que forman preserva al suelo de un enfriamiento superficial y de una desecación exagerada, además retienen y almacenan una parte del agua caída de tal forma que actúan moderando la acción diluvial, así mismo son capaces de absorber o de retener una parte considerable de la humedad proporcionada por las nieblas, elemento este muy importante en el crecimiento y desarrollo de los briófitos.
En los suelos de los bosques como son robledales, hayedos, alisedas, abedulares, etc, es estrato muscinal está formado mayoritariamente por muscos pleurocárpicos, como Hylocomium splendens, Thuidium tamariscinum, Rhytidiadelphus loreus, Plagiothecium undulatum, que en bosques relativamente húmedos pueden formar un tapiz continuo.
Especies de los géneros Orthotrichum, Ulota, Leucodon, Frullania y Microlejeunea... entre otros, se desarrollan sobre los troncos y ramas de los árboles vivos, mientras que otros, como el musgo Tetraphis pellucida o hepáticas de los géneros Lophozia, Lophocolea o Nowelia, lo hacen sobre madera en descomposición.
Los briófitos prefieren los ambientes donde la humedad se mantiene sin grandes variaciones durante todo el año, pero las exigencias de cada especie con respecto no solo a la humedad sino tambien al pH del medio, la iluminación o la temperatura son muy variables.
Hay especies que tienen una gran capacidad de adaptación a las distintas condiciones ambientales, son las llamadas eurióicas, como son Conocephalum conicum, Aneura pinguis, Tritomaria exsecta, Bryum argenteum, Eurhynchium striatum, Plagiomnium undulatum, Mnium hornum ..., otras en cambio tienen una capacidad de adaptación muy limitada, por lo que aparecen ligadas a condiciones ambientales muy concretas, son las llamadas estenoicas, como Dicranum montanum, Tetraphis pellucida, Sphagnum capillifolium, Orthotrichum striatum... La mayoría viven en ambientes frescos y húmedos, con preferencia sombríos, donde se encuentran agrupadas formando comunidades características.
No sólo la humedad es el factor ambiental que limita el desarrollo de los briófitos sino que tambien otros otros factores forman parte de este complejo. La naturaleza del sustrato es otro factor ecológico primordial en la distribución de los briófitos y pueden dividirse en briófitos saxícolas, terrícolas, humícolas, corticícolas, lignícolas y muscícolas, según en el sustrato donde se desarrollen pueden ser rocas (piedras, roquedos, cantiles), tierra (suelo, taludes), humus, cortezas (troncos y ramas de árboles y arbustos), madera en descomposición y, por último, otras especies de muscíneas.
El pH del sustrato también es un factor determinante en el desarrollo de los briófitos, según el cual podemos distinguir entre los acidófilos que son aquellos que viven sobre un sustrato ácido, los neutrófilos aquellos cuyo sustrato tiene un pH próximo a la neutralidad y basófilos son aquellos que se desarrollan sobre sustratos de reacción básica.
Los briófitos dependen del agua para su reproducción sexual, son muy pocas las especies acuáticas, que son aquellas que viven constantemente sumergidas en el agua o que tienen capacidad de nadar o flotar libremente sobre su superficie. Según el nivel de dependencia que presentan respecto al agua, podemos dividirlas en especies hidrófitas, que son aquellas plantas acuáticas que tienen sus órganos asimiladoras sumergidos o flotantes, se llaman higrófitas aquellas que viven en medios muy húmedos, pudiendo soportar solamente cortos periodos de emersión, especies helófitas, aquellas que arraigan en el suelo sumergido o encharcado pero su eje se asoma en el aire, las especies mesófitas, son aquellas especies propias de medios emergidos y provistos de una humedad en armonía con la temperatura.
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