Los briófitos (antocerotas, hepáticas y musgos) son plantas terrestres, en general de pequeño tamaño, muchas de ellas con menos de 2 cm. de longitud, que sólo pueden alcanzar los 25 cm y que a menudo viven en el suelo y abundan en lugares relativamente húmedos, donde a veces es posible encontrar una gran variedad de especies y exuberancia de individuos. En ocasiones, los musgos dominan en lugares de las regiones australes y boreales en donde no es posible encontrar otras plantas, así como en paredes rocosas que se encuentran en las montañas, por encima del límite de la vegetación arbórea. Un considerable número de musgos son capaces de resistir los largos periodos de severas temperaturas que se dan en el continente Antártico. Como los líquenes, los briófitos son especialmente sensibles a la contaminación atmosférica, sobre todo al dióxido de azufre, y normalmente en las áreas muy contaminadas están ausentes o representados tan sólo por muy pocas especies.
Algunos musgos viven en los desiertos y otros son capaces de formar extensas masas sobre rocas secas y expuestas, donde pueden alcanzar temperaturas muy elevadas. Muchos musgos pueden permanecer vivos durante años en condiciones de sequedad, siendo capaces de recuperarse rápidamente al ser mojados, otras hepáticas y musgos son acuáticos y mueren si permanecen del agua periodos de tiempo largos. Muy pocas especies pueden vivir a orillas del mar, sobre rocas salpicadas por el oleaje, aunque ninguno de ellos es estrictamente marino. Existen aproximadamente 24000 especies, mas que en cualquier otro grupo de plantas, exceptuando las plantas con flor.