(Ardea cinerea)
Ave de gran tamaño y aspecto inconfundible, la garza real no es muy numerosa como nidificante en la Península Ibérica, aunque se encuentra en expansión. Es, en cambio, mucho más abundante durante la invernada y los pasos migratorios, cuando muchos ejemplares europeos recalan en nuestro territorio en su camino hacia el continente africano. Durante el invierno, resulta fácil observar a estas garzas, tanto en vuelo como posadas en las orillas de ríos y embalses aguardando el paso de alguna presa, que capturarán con la ayuda de su potente pico.
La garza real es un ave de gran tamaño —la mayor de las ardeidas que frecuentan nuestro país—, de figura estilizada, largo cuello y coloración general grisácea, con un diseño variable según la edad y la época del año. Durante el periodo reproductor, la cabeza de los adultos luce una coloración blanca y aparece adornada por una línea negra y un par de largas plumas de este mismo color, en tanto que el cuello, blanco también, se halla surcado longitudinalmente por dos bandas paralelas negruzcas. El largo y afilado pico presenta un tono rojizo, y las regiones dorsales son mayoritariamente cenicientas, con una llamativa mancha negra en los hombros. Fuera de la época de cría, el diseño es menos contrastado, sin las plumas ornamentales de la cabeza y con el pico amarillento. En vuelo adopta la postura característica de las garzas, con el cuello encogido en forma de “S” y las patas estiradas sobresaliendo por detrás de la cola, si bien la garza real resulta fácilmente diferenciable del resto de sus parientes debido a su gran tamaño .
Ave de gran tamaño y aspecto inconfundible, la garza real no es muy numerosa como nidificante en la Península Ibérica, aunque se encuentra en expansión. Es, en cambio, mucho más abundante durante la invernada y los pasos migratorios, cuando muchos ejemplares europeos recalan en nuestro territorio en su camino hacia el continente africano. Durante el invierno, resulta fácil observar a estas garzas, tanto en vuelo como posadas en las orillas de ríos y embalses aguardando el paso de alguna presa, que capturarán con la ayuda de su potente pico.
La garza real es un ave de gran tamaño —la mayor de las ardeidas que frecuentan nuestro país—, de figura estilizada, largo cuello y coloración general grisácea, con un diseño variable según la edad y la época del año. Durante el periodo reproductor, la cabeza de los adultos luce una coloración blanca y aparece adornada por una línea negra y un par de largas plumas de este mismo color, en tanto que el cuello, blanco también, se halla surcado longitudinalmente por dos bandas paralelas negruzcas. El largo y afilado pico presenta un tono rojizo, y las regiones dorsales son mayoritariamente cenicientas, con una llamativa mancha negra en los hombros. Fuera de la época de cría, el diseño es menos contrastado, sin las plumas ornamentales de la cabeza y con el pico amarillento. En vuelo adopta la postura característica de las garzas, con el cuello encogido en forma de “S” y las patas estiradas sobresaliendo por detrás de la cola, si bien la garza real resulta fácilmente diferenciable del resto de sus parientes debido a su gran tamaño .
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