jueves, 14 de marzo de 2019

Lavandera Blanca

Las lavanderas (Motacilla alba) pequeñas aves estilizadas y de larga cola, deben su nombre al hábito de frecuentar las orillas de los aguazales. La lavandera blanca es la más común en España, especialmente en invierno, cuando se reúne en dormideros, en muchos casos urbanos y a veces enormes. Se trata de un ave muy adaptable, capaz de ocupar medios muy diversos, tanto naturales como humanizados. Una raza más oscura de origen británico, la lavandera enlutada, inverna en muy bajo número en nuestro país.




Se considera que las aves españolas son sedentarias, aunque realizan movimientos trashumantes y altitudinales de corto y medio alcance. Las poblaciones del norte, centro y este de Europa invernan en la cuenca mediterránea y en África, con pasos destacados a través de nuestro país: el otoñal en octubre y noviembre, y el primaveral entre febrero y abril. La invernada también resulta muy notable, sobre todo en las zonas menos frías del sur y del este. Además muestra una marcada segregación longitudinal; es decir, las aves del oeste de Europa tienden a invernar en el oeste de España, y lo mismo sucede para las del este.

En época de cría ocupa ambientes muy variados, en muchos casos con influencia humana y próximos al agua, tales como ríos, arroyos, charcas, pastizales, huertos, regadíos y parques. En la mitad sur peninsular, la asociación al agua resulta más marcada. Respecto a la altitud, nidifica entre el nivel del mar y los 1.600 metros en Gredos, aunque resulta más escasa por encima de los 1.000 metros. Generalmente evita áreas muy secas y bosques densos. En invierno utiliza medios similares, pero con cierta preferencia por cultivos y pastizales. En esta época suele formar dormideros en árboles, muchas veces dentro de zonas urbanas, y en vegetación palustre.



Alimentación

La dieta consta de una gran variedad de insectos terrestres y acuáticos, aunque destaca el consumo de larvas y adultos de moscas y mosquitos. La técnica más empleada para capturarlos consiste en la búsqueda y el picoteo en el suelo y en aguas someras, con ocasionales persecuciones andando y en vuelo. Se alimenta en solitario o en pequeños grupos.

Reproducción

El periodo de cría se extiende entre abril y agosto, y puede efectuar hasta tres puestas. En esta época se trata de un ave monógama y muy territorial. El nido, construido por ambos sexos, consiste en un cuenco de ramas y hierba seca, ubicado en un hueco de taludes fluviales, rocas, puentes, edificios o muros. Pone de cuatro a seis huevos, blanquecinos y con finas motas, que son incubados por ambos sexos durante unos 12 días. Tras 10-15 días de cuidados por parte de ambos padres, los pollos abandonan el nido, aunque son cebados al menos una semana más.

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