martes, 31 de octubre de 2017
domingo, 29 de octubre de 2017
Peña Santa, Picos de Europa.
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Picos de Europa
Azafrán de Asturias II.
Mordisco del diablo
jueves, 19 de octubre de 2017
miércoles, 18 de octubre de 2017
martes, 17 de octubre de 2017
Anthurus archeri
El aspecto de esta seta no es el típico al que todos estamos acostumbrados, no tiene pie ni sombrero, sino que tienen entre tres y ocho tentáculos de color rojizo que emergen de una capsula blanca (la gleba) que es el tejido fértil.
Pero aparte de su aspecto, una de las características mas llamativas de esta seta es el olor nauseabundo que desprende, que se parece al de un cadáver en descomposición. Este olor, unido al aspecto carnoso de los "tentáculos" atraen a las moscas y otros insectos descomponedores que al posarse se quedan impregnados con las esporas, que de esta forma son dispersadas.
El recurso del olor a muerto para atraer a los insectos es típico en esta seta.
Azafrán de Asturias
lunes, 9 de octubre de 2017
Búhos y lechuzas de nuestros campos
Viven de noche. Emiten sonidos lúgubres, a veces horripilantes. Y se desplazan en completo silencio, como fantasmas.
Todo ello ha excitado la imaginación y ha alentado la superstición en torno a las rapaces nocturnas -lechuzas y búhos-, tenidas tradicionalmente por aves de mal agüero y por anunciadoras de la muerte. Esa mala fama les ha acarreado persecución, particularmente a las especies más antropófilas, como la lechuza común, que utiliza las edificaciones humanas -desvanes, tenadas, campanarios- para instalar sus nidos.
La educación ambiental ha permitido superar en gran medida esas supersticiones; al mismo tiempo, la investigación ha profundizado en los detalles de su biología y en sus adaptaciones.
Vista. Es un sentido muy desarrollado. Su percepción de las formas y del movimiento en condiciones de escasa iluminación es muy superior a la nuestra.
Todo ello ha excitado la imaginación y ha alentado la superstición en torno a las rapaces nocturnas -lechuzas y búhos-, tenidas tradicionalmente por aves de mal agüero y por anunciadoras de la muerte. Esa mala fama les ha acarreado persecución, particularmente a las especies más antropófilas, como la lechuza común, que utiliza las edificaciones humanas -desvanes, tenadas, campanarios- para instalar sus nidos.
La educación ambiental ha permitido superar en gran medida esas supersticiones; al mismo tiempo, la investigación ha profundizado en los detalles de su biología y en sus adaptaciones.
Vista. Es un sentido muy desarrollado. Su percepción de las formas y del movimiento en condiciones de escasa iluminación es muy superior a la nuestra.
También por el día, en contra de la creencia, muy extendida, de que la luz diurna las ciega. Sin embargo, apenas perciben los colores (las especies más diurnas los distinguen, pero pierden agudeza), y si la oscuridad es total ven tan mal como nosotros.
El campo visual de los búhos es muy similar al humano (compartimos, igualmente, la posición frontal de los ojos y la visión binocular), aunque ellos no pueden mover los globos oculares dentro de sus cuencas; para compensar esa limitación, su cabeza tiene una extraordinaria capacidad de giro, hasta 270 grados. La manera que tienen de moverla arriba y abajo no es sino un medio auxiliar de determinar lo que están viendo y de situarlo con respecto a su posición (las garzas oscilan de forma análoga la cabeza y el cuello para compensar la refracción del agua mientras pescan).
sábado, 7 de octubre de 2017
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