miércoles, 1 de noviembre de 2017

Russula drimeia


Trametes versicolor

Trametes versicolor es un basidiomiceto, son frecuentes en troncos y ramas leñosas de árboles de hoja ancha, aunque pueden darse en coníferas como la picea.





Anémona de bosque.

Comienza el mes de noviembre con una anémona de bosque (Anemone nemorosa), en la zona de Vegabaño, Soto de Sajambre.
Esta bonita planta perenne de la familia de las ranunculáceas que puede alcanzar hasta los 30 cm de altura, gusta de suelos ricos en humus, bien drenados y de naturaleza no ácida.
Prefiere instalarse en zonas de media sombra, bajo los arboles que dejan pasar algo de luz.
Sus hojas, largamente pecioladas y generalmente divididas en verticilos de 3 y una única flor blanca de unos 4 cm teñida en ocasiones de rosa o violeta.
Bien conocida, ha sido utilizada como planta medicinal por diferentes culturas, pero tratándose de una especie venenosa se desaconseja su uso.




martes, 31 de octubre de 2017

domingo, 29 de octubre de 2017

jueves, 19 de octubre de 2017

Argaña

Argaña o Erica cinerea







Uz.

Uz o tambien llamada Erica Vagans, forma parte de los brezaltojales sobre sustratos silíceos, o los calcáreos descarbonatados.





martes, 17 de octubre de 2017

Anthurus archeri




El aspecto de esta seta no es el típico al que todos estamos acostumbrados, no tiene pie ni sombrero, sino que tienen entre tres y ocho tentáculos de color rojizo que emergen de una capsula blanca (la gleba) que es el tejido fértil.

Pero aparte de su aspecto, una de las características mas llamativas de esta seta es el olor nauseabundo que desprende, que se parece al de un cadáver en descomposición. Este olor, unido al aspecto carnoso de los "tentáculos" atraen a las moscas y otros insectos descomponedores que al posarse se quedan impregnados con las esporas, que de esta forma son dispersadas.

El recurso del olor a muerto para atraer a los insectos es típico en esta seta.

Azafrán de Asturias

Azafrán de Asturias o Crocus serotinus Salisb. subsp. asturicus. Florece en octubre y noviembre.




lunes, 9 de octubre de 2017

Búhos y lechuzas de nuestros campos

Viven de noche. Emiten sonidos lúgubres, a veces horripilantes. Y se desplazan en completo silencio, como fantasmas.

Todo ello ha excitado la imaginación y ha alentado la superstición en torno a las rapaces nocturnas -lechuzas y búhos-, tenidas tradicionalmente por aves de mal agüero y por anunciadoras de la muerte. Esa mala fama les ha acarreado persecución, particularmente a las especies más antropófilas, como la lechuza común, que utiliza las edificaciones humanas -desvanes, tenadas, campanarios- para instalar sus nidos.

La educación ambiental ha permitido superar en gran medida esas supersticiones; al mismo tiempo, la investigación ha profundizado en los detalles de su biología y en sus adaptaciones.



Vista. Es un sentido muy desarrollado. Su percepción de las formas y del movimiento en condiciones de escasa iluminación es muy superior a la nuestra.
También por el día, en contra de la creencia, muy extendida, de que la luz diurna las ciega. Sin embargo, apenas perciben los colores (las especies más diurnas los distinguen, pero pierden agudeza), y si la oscuridad es total ven tan mal como nosotros.


El campo visual de los búhos es muy similar al humano (compartimos, igualmente, la posición frontal de los ojos y la visión binocular), aunque ellos no pueden mover los globos oculares dentro de sus cuencas; para compensar esa limitación, su cabeza tiene una extraordinaria capacidad de giro, hasta 270 grados. La manera que tienen de moverla arriba y abajo no es sino un medio auxiliar de determinar lo que están viendo y de situarlo con respecto a su posición (las garzas oscilan de forma análoga la cabeza y el cuello para compensar la refracción del agua mientras pescan).

miércoles, 20 de septiembre de 2017

El bosque como biotopo


Árboles, musgos, el rumor de las hojas y el canto de las aves, el martilleo del pájaro carpintero, un corzo que busca refugio a grandes saltos entre la espesura: estas ideas y otras semejantes son las que cualquiera de nosotros suele asociar con el bosque.
Pero raras veces pensamos en las variadísimas formas de vida de los animales y las plantas que lo habitan y de qué modo todos ellos están íntimamente relacionados entre sí.


Pues bien, para comprender esta interrelación podemos analizar como es un bosque mixto natural con su flora y su fauna, un tipo de bosque que, dicho sea de paso, era frecuente en otro tiempo y que poco a poco ha sido desplazado en muchos lugares de la Tierra por el bosque de cultivo.



En un bosque mixto natural vemos juntas diversas especies de árboles, perennifolios y caducifolios de las más variadas edades. Algunos de ellos, ya abatidos por el tiempo, muestran sus raíces al descubierto; también observamos que por doquier crecen flores, hongos, líquenes, matorrales. Mientras que las copas de los árboles están bañadas por el sol, el suelo del bosque permanece más bien en penumbra debido a que el techo de las hojas que lo cubre apenas deja que entren los rayos solares. El crecimiento vegetal se rige, pues, por la oferta de luz existente, lo cual hace que el bosque, a semejanza de una casa de viviendas, esté estructurado también por pisos: el sótano de la casa viene a ser el estrato del suelo; la planta baja el estrato de los musgos, líquenes y hongos; el primer piso podemos compararlo con el estrato de las gramíneas y herbáceas, seguido de los arbustos y de los troncos. El tejado de todo este edificio estaría representado por el estrato de las copas de los árboles, y cada uno de los pisos o estratos que hemos enumerado está habituado por los animales del bosque, donde unos buscan refugio y otros alimento, donde unos tienen asentado su nido y otros construyen su madriguera, donde se reproducen y mueren: donde viven, en suma.

martes, 19 de septiembre de 2017

Araña, Araneus diadematus

Araneus diadematus se encuentra en casi toda Europa, a menudo colgada con las patas extendidas o cabeza abajo cerca de la tela o posada a la espera de insectos voladores, las presas se enredan en los hilos viscosos de su tela, la araña las paraliza a mordiscos y les inyecta su veneno, se descomponen y son succionadas.








viernes, 15 de septiembre de 2017

Cormorán.

Cormorán de mayor tamaño que el cormorán moñudo, midiendo entre 80 y 100 cm de longitud, 130 - 160 cm de envergadura y hasta 3,5 kg de peso. El plumaje, que no presenta dimorfismo sexual, negro con brillos e irisaciones azuladas o verdosas; es característica una mancha blanca en la garganta y a los lados de la cara y unas coberteras bronceadas. El plumaje nupcial presenta una mancha ovalada en los muslos. Las subespecies de P. carbo, de las que se encuentran en la península las subsp. sinensis y lucidus, se diferencian por tener la primera manchas blancas en el rostro, garganta y nuca, mientras que en la segunda estas manchas aparecen unidas formando una de mayor tamaño que recorre el mentón, la garganta, cuello y pecho. El plumaje de los individuos juveniles es pardo, más claro en la zona ventral que la dorsal, a veces blanquecino, con los muslos y flancos más oscuros y con moteado blanquecino en cabeza, cuello y pecho. Los inmaduros presentan plumajes intermedios que se van oscureciendo.








En zonas de bahías y estuarios cercanos a la costa, no frecuentando las zonas rocosas, remontando muchas veces los cauces fluviales hacia embalses y zonas interiores. Es una especie oportunista que se alimenta de peces varios como la anguila (Anguilla anguilla), mugiles y sollas (Pleuronectes platessa), pudiendo engullir su propio peso en peces al día. La pareja hace un nido de algas secas y ramas; realiza la puesta entre abril y junio, unos 3 o 4 huevos de color azul pálido, que son incubados alrededor de 29 días por ambos sexos; los pollos, alimentados por los padres, abandonan el nido después de unas 4 semanas, volando después de unas 8 semanas.

Se encuentra en las zonas templadas, subtropical y tropical tanto del hemisferio norte como del sur, siendo migratoria en esta zona. La población europea se estima en unas 140.000 parejas. En el Cantábrico es una especie invernante bastante regular; realiza migraciones postnupciales entre julio y diciembre y prenupciales entre febrero y mayo.